En Octubre de 2012, Gonzalo Hasda y Mario Ambrosone presentaron un trabajo
en el XXXV Congreso Argentino de Costos, en el que desarrollaron el diagnostico al que arribaron al relevar a distintos responsables de control de gestión de Entidades Financieras de Argentina y detectar que, si bien gran parte de estas han realizado esfuerzos significativos para la implementación de proyectos de Costeo Basado en Actividades, no han logrado evolucionar los mismos hacia un modelo de Gestión Basado en Actividades. Paralelamente, analizaron la diferencia entre una técnica de costeo como es el ABC, respecto a un enfoque de gestión como es el ABM. Demostrando que el principal objetivo del ABC debería ser no sólo la medición precisa del costo de las actividades, sino la base para realización de reingenierías y procesos de mejora continua que permitan que la información contable pase de cumplir un rol de informador del pasado, a ser información que influya proactivamente en el futuro, permitiendo por ejemplo la planificación de los recursos, la utilización de sus capacidades, la confección de presupuestos, la proyección
y el consecuente análisis de escenarios simulados “que pasa sí….”, en los que pueden evaluarse las consecuencias económico financieras de las decisiones alternativas respecto a productos, clientes, procesos, siendo estos los principales resultados esperables en un modelo de gestión ABM.